Prohibido saludar: el insólito límite judicial que enfrenta Cristina en su prisión domiciliaria

En un nuevo capítulo judicial que mezcla rigor procesal con resonancia política, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó un pedido formal de aclaratoria al Tribunal Oral Federal 2 para que precise si, en el marco de su prisión domiciliaria, puede o no salir al balcón de su casa a saludar a la militancia.

El planteo fue realizado por sus abogados, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, luego de que se conociera la resolución que la obliga a “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.

El punto en cuestión, III.b del fallo, resultó ambiguo para la defensa, que ahora exige una precisión concreta: ¿saludar desde el balcón constituye un acto perturbador?

En el escrito presentado este martes, los letrados solicitaron que el tribunal especifique con claridad si esa conducta está prohibida total o parcialmente, y de ser así, qué límites concretos impone. “Para que la regla de conducta antes aludida adquiera la debida precisión, deviene imprescindible que sea integrada con una indicación específica por parte del órgano jurisdiccional competente”, señalaron.

La discusión, más allá de lo jurídico, generó una fuerte repercusión pública, sobre todo tras la publicación que la propia Cristina hizo en su cuenta de X:
“¿Puedo salir o no al balcón de mi casa? Parece joda, pero no…”, escribió con tono irónico.

A su vez, la defensa dejó asentada la reserva del caso federal y no descartó acudir a organismos internacionales, al considerar que podrían estar en juego garantías constitucionales.

Mientras el debate sobre el alcance de una condena se mezcla con cuestiones simbólicas como un saludo desde un balcón, la escena política vuelve a colocarse en el centro de la escena, entre lo jurídico y lo popular.