Apostillas de la Vida Cotidiana
¿Fraude en el Nuevo Juego del Programa de Guido Kaczka?

Sin dudas uno de los ciclos que mas juegos presenta en los últimos años en la televisión Argentina, son los protagonizados por Guido Kaczka.
La pasada temporada fue furor el de preguntas y respuesta que tiraba al “pantano” al participante que no llegaba a contestar bien.

En este 2020 el ciclo, bajo el nombre de “Bienvenidos a bordo”, presenta algunos cambios. Si bien conserva la estructura básica de su antepasado cercano, ahora es el “combustible” de un avión lo que espera al tocar el suelo y mojarse.

Otra innovación es que, simulando las puertas de arribos de los aeropuertos, la producción se encarga de reclutar participantes con ciertas características: parecidos, adeptos a bailar y quizás la más llamativa de todas: la puerta de las rodillas.
Los participantes deben mostrar sus rodillas alegando a que se parecen a figuras famosas, o a rostros reconocibles de la cultura popular. La persona cuya rodilla tuviera más similitudes con el rostro en cuestión pasaba a la final del programa para competir por un viaje al exterior.

En su primera entrega, la pasada semana, una mujer se presentó al ciclo asegurando que su rodilla es idéntica a la cara de la abuela que cuidaba de Tweety en el famoso dibujo animado de Warner Bros, y ganó la competencia contra un joven que mostró su rodilla aseverando que era igual a la del rostro de Rocky en plena lucha pugilística. También, la rodilla ganadora se impuso contra otro participante que manifestó que en su rodilla se podía vislumbrar a Stitch, el personaje de Disney del film Lilo & Stitch.
Los curiosos pormenores del juego no tardaron en volverse virales, y los memes hicieron lo suyo en Twitter.

Lo cierto es que esto de “descubrir” rostros es un fenómeno psicológico denominado pareidolia.
El fenómeno está continuamente siendo estudiado por psicólogos y expertos que tratan de averiguar el porqué nuestro cerebro detecta esos objetos, rostros o figuras donde tan solo hay una sombra, una mancha de grasa o una nube y donde en realidad no hay nada.

Es curioso comprobar cómo muchas personas que no son capaces de distinguirlo a simple vista, si se les estimula indicándoles cómo y dónde se encuentra la figura, pueden llegar a sugestionarse y ver algo que realmente no está o no ven.
Cabe destacar a las personas que han asegurado que el rostro de Jesucristo se les ha aparecido en una tostada mientras estaban desayunando o los que dicen distinguir la silueta del diablo entre el humo que salía durante los atentados del 11S al World Trade Center.

Otro caso de pareidolia que se hizo famoso es el de la “Cara de Marte”. Una foto tomada por la sonda espacial Viking en 1976 en la que se mostraba la superficie de Marte y que muchas personas distinguieron como un rostro que bien podría haber estado hecho por una civilización inteligente.
Tampoco podemos olvidar a aquellos que se dedican a buscar mensajes subliminales a través de la pareidolia en los dibujos animados de Disney. Según éstos, detrás de múltiples dibujos de la factoría Disney se encuentra todo un catálogo de objetos fálicos y de contenido sexual.

Pero, religiosos y amigos de las teorías de la conspiración aparte, hemos de prestar atención a aquellos que por puro placer y diversión se dedican a fotografiar todo cuanto les recuerda una cara.
Podemos ver divertidas formas que nos recuerdan a una cara en grifos, edificios, partes frontales de automóviles, etc.
También cabe destacar que cada vez son más los diseñadores, arquitectos y/o creativos que diseñan sus obras pensando en una doble lectura por parte del cerebro de muchas personas y que tras una simple y sencilla apariencia, sus objetos, ropas o edificios esconden curiosos rostros.
En la red hay unos cuantos grupos o páginas donde cuelgan todo el material que van encontrando, por tanto que lo logrado por Guido en su programa no es otra cosa que aplicar el “defecto” que nuestro cerebro lleva innato al “prime time” de la televisión.